La mayoría de las personas desean cuidar su cuerpo y para
ello hacen dietas o tratan de hacer ejercicios físicos para quemar grasas.
Muchas personas tienen la disciplina requerida para practicar un deporte y la
motivación para ir a un gimnasio y son constantes en ello. Sin embargo, existen
muchas personas que, aunque desean cambiar su cuerpo y lucir mejor o ser más
saludable, no tienen la motivación suficiente para realizar una rutina de
ejercicios. Es para esas personas, especialmente, la necesidad de un entrenador
personas, que quizás signifique un poco más de dinero que un gimnasio, pero
quien verdaderamente ayudará a los que se sienten menos animados para
ejercitarse. Para los deportistas de elite, el entrenador personal es una
necesidad, dada la asistencia enfocada y específica que requieren, pero el
concepto sigue siendo válido para el practicante regular del deporte que desee
ya sea motivarse, o llevar su entrenamiento a un mejor nivel, maximizando los
resultados.
Existen muchas ventajas en el servicio de un entrenador
personal. Una de ellas, para los que disponen de las instalaciones, y claro, del
presupuesto, es que podemos trabajar en nuestro mismo hogar. Así, no
hay necesidad de trasladarse hasta un gimnasio, y evitamos el "riesgo" de que la
pereza impida que acudamos a uno. Además, es ideal para las personas más tímidas
o que se sienten discriminadas en un gimnasio. Otra gran ventaja es que el
servicio es personalizado, lo que significa que el entrenador personal sólo
trabajará para una persona, es decir, nosotros, y se enfocará en nuestras
necesidades para que podamos obtener los mejores resultados.
Todo gimnasio de reputación hoy en día cuenta con los
servicios de estos entrenadores, de manera opcional entre los servicios
ofrecidos. El entrenador personal primero evalúa las condiciones de la
persona. Se entera de nuestra edad, peso, historial médico, etc. Realiza luego pruebas
para medir nuestras capacidades como nuestra fuerza, resistencia, isométrica,
etc. Finalmente, debe saber cuál es nuestro objetivo. Y eso es lo mejor de un
entrenador personal, que se enfocará en eso y no nos dejará rendirnos antes,
como lo haríamos por nuestra cuenta. Entonces, quizás queramos perder grasa de
una zona en particular, aumentar musculatura, estilizar nuestro cuerpo o
aumentar la fuerza, etc. El entrenador hará una planificación enfocada en todos
los datos que adquirió y podrá hacer que en el menor tiempo posible logremos
nuestra tan ansiada meta.
Otro beneficio de un entrenador personal es que nos dará la
dieta adecuada como complemento del ejercicio. No nos preocupamos de que podamos
alimentarnos mal, nos debilitemos o de perder masa muscular como consecuencia
del ejercicio (es algo frecuente, en parte por desconocimiento, el mezclar
actividades de esfuerzo junto con dietas para bajar de peso, lo que puede llevar
a esta situación). Además, el profesional
evitará que dañemos nuestro cuerpo con ejercicios mal hechos o lesiones por no
saber bien qué hacer ni cómo hacerlo. Y por sobre todo, será un motivador que
nos ayudará a no decaer en nuestro propósito.
Es muy importante elegir a un buen entrenador personal, o
"personal trainer" que
tenga un título y experiencia, ya que ellos son una garantía de que lograremos
nuestro objetivo. Aunque un entrenador es más costoso que un gimnasio o hacer
ejercicios por nuestra cuenta, finalmente, es una buena inversión, teniendo en
cuenta que es la opción que nos llevará más rápido a los resultados.